Por Brenda Osnaya
Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de la vida. Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza.
Sé tú mismo, pero sé lo mejor de ti mismo. Ten valor para ser diferente y seguir tú propia estrella y no tengas miedo de ser feliz.
Goza de lo bello, ama con toda el alma y el corazón. Cree que aman, aquellas personas que tú amas.
Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti. No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible, luego olvídala. El momento de la certeza absoluta nunca llega, pero sobre todo recuerda que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Actúa como si todo dependiera de tí y reza como si todo dependiera de Dios. Vive cada día a plenitud.
Por último acuérdate que solo hay una vida a vida, por eso hay que vivirla intensamente, no te quedes pegado ni paralizado... ATRÉVETE!
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