Editorial Deportiva.

Por Johnattan Villaseñor.

Buen día a todos los lectores de este espacio que nos dan a todos los apasionados del deporte. Y esta semana vienen muchas cosas en las que hay que estar alerta en cuanto al mundo deportivo porque no es una semana común y corriente pues tenemos mucha actividad con los juegos panamericanos que ya comenzaron. Además es la semana previa al evento que paraliza a la ciudad de monterrey, el clásico regiomontano en su edición 94. 

Si nos ponemos a pensar y a observar esta edición no se ha sentido esa fiebre apasionada por los fanáticos de tigres o de rayados, no se siente esa presión que se mezcla con los nervios de que ya quieres saber como termina el partido y que tienen la ilusión de que gane tu equipo favorito. Esta edición 94 viene mermada, viene con mucho resentimiento de los aficionados hacia sus equipos, ambos equipos vienen de perder en esta ultima jornada previa y jugando con poca determinación.

Tigres viene con la presión de que sólo ha podido conseguir cinco puntos de los

últimos 15 disputados y hay que agregarle su mal desempeño para cerrar bien los encuentros. Ya que hemos visto a un equipo felino que sólo juega bien en los primeros minutos de sus enfrentamientos pero se desfondan en los minutos previos de culminar el partido.

Monterrey viene con un plantel mermado por lesiones, suspensiones y convocados a la selección nacional. En esta temporada se ha visto a unos rayados que no se encuentran en la cancha no hay buena coordinación en muchas de sus líneas y como su técnico lo ha dicho “nos falta actitud” así es como se describe a un equipo que no le están saliendo las cosas y que no encuentran como darle una solución al problema.

Que quede claro que esto no es para reventar a nuestros equipos locales, sólo es ver la realidad de las cosas porque no queremos que el espíritu futbolero de nuestra gente que es la mejor afición se caiga. Así es que como buen aficionado al fútbol y como buen seguidor de los equipos locales les recomendaría que dejaran atrás estas malas rachas y nos contagien de ese espíritu del fútbol y se nos llene ese orgullo regiomontano. Que regresen esas mariposas en el estomago y esa alegría de los recuerdos de los buenos clásicos. 

Porque hemos demostrado que este sí es un verdadero clásico con orgullo, con pasión, con la mejor afición que más pueden pedir estos dos equipos. A ponerse las pilas y que este clásico se viva como si fuera el último, suerte rayados suerte tigres. Que gane el mejor.