Por Cristina Garza
Si bien lo ideal es comer de manera saludable y elegir alimentos de buena calidad, todos los extremos son malos. Y existen algunas personas que se toman muy enserio lo de comer saludablemente a tal grado que lo convierten en una obsesión. Trastorno que ha sido denominado por los médicos como "Ortorexia".
La ortorexia es un trastorno de la alimentación, al igual que la bulimia (que es cuando la persona come y luego se induce el vómito para eliminar lo que comió) y la anorexia nerviosa (en la cual la persona directamente se priva de comer). Se diferencia de éstas porque mientras que los anoréxicos y los bulímicos se preocupan por la cantidad de comida que consumen, los ortoréxicos se obsesionan con la calidad de los alimentos.
Las personas con ortorexia, preparan con varios días de anticipación lo que van a comer y hasta pueden ser incapaces de ir a cenar fuera por miedo a las grasas, la sal, el azúcar o al ingrediente que quieran evitar. Se preocupan tanto por su dieta que para ellos, hasta ir a una fiesta, puede convertirse en una pesadilla.
Algunos de los síntomas principales de la ortorexia nerviosa son:
· Preocupación excesiva por la calidad de los alimentos.
· Auto-limitación de los alimentos que se consumen (se evita el consumo de carne roja, huevos, azúcares, productos lácteos y grasas).
· Dedicar varias horas al día (tres o más) a organizar y planear su dieta.
· Desplazarse grandes distancias para conseguir alimentos especiales o puramente ecológicos.
· Imposibilidad de que la persona vaya a comer o disfrute una comida fuera de su casa.
· Aislamiento social, debido a que el tener que asistir a una reunión entre los amigos o una comida empresarial con un grupo que no tenga las mismas costumbres alimenticias puede volverse una preocupación.
Llevar una dieta tan excesivamente controlada y estricta se convierte en un peligro para la salud y los riesgos no son pocos. Por ejemplo, las personas con ortorexia pueden presentar un exceso o deficiencia de vitaminas, carencia de calcio o hierro, menos masa corporal de la que se considera saludable, presión baja y problemas cardio-vasculares.
Recuerda que todo en exceso es malo, por eso debemos aprender a controlar lo que comemos sin volvernos exagerados. Puedes llevar una dieta balanceada y comer saludablemente pero como dije, no en exceso.
El precio a pagar por esta obsesión es demasiado alto: una vida solitaria y además, poco saludable.